Naturaleza y patrimonio se dieron ayer la mano en la primera ruta de senderismo organizada desde el Concello de Lalín. Una caminata que contó con una multitudinaria afluencia de participantes que a lo largo de 14 kilómetros descubrieron la riqueza natural de tierras dezanas y algunos de los atractivos turísticos como los Pazos de Bendoiro, Liñares o la Ponte Taboada. También en Vila de Cruces la naturaleza cobró protagonismo con la última ruta del programa Goza do Ulla.
Con un sol espléndido desde primera hora y temperaturas agradables Lalín inauguró ayer su programa de rutas de senderismo. La charla impartida en la tarde del sábado en el museo de Lalín -a cargo de los expertos en patrimonio e historia de la comarca, Antonio Presas y Francisco Rubiá,- sirvió de antesala para que los caminantes conociesen de antemano la riqueza patrimonial y natural de la zona. Una numerosa multitud de caminantes iniciaba, pasadas las nueve de la mañana, la marcha desde la Praza da Igrexa.
A lo largo de 14 kilómetros en un recorrido bautizado como Ruta dos Pazos y Ponte Taboada, los participantes fueron sucumbiendo a la belleza natural del entorno, con tramos entre corredoirascubiertas de hojarasca, castañas, bellotas y setas que brotan en pleno esplendor del otoño. En un recorrido distendido, con distintos ritmos y variedad de público, los asistentes también realizaron distintas paradas para conocer mejor algunas edificaciones destacadas como los pazos de Bergazos, Bendoiro, donde tomaron un tentempié, o el de Liñares, así como el Castriño de Bendoiro o la antigua Ponte Taboada. Una ruta mimada también en su señalización que intentaba integrarse en la harmonía del paisaje.
También en Vila de Cruces la naturaleza cobró ayer relevancia con la celebración de una nueva edición de la ruta integrada dentro del programa Goza do Ulla, que durante los últimos meses recorre los distintos municipios bañados por las aguas de este río. La iniciativa puso ayer en Cruces el broche final a esta temporada tras recorrer otros municipios de la zona como Agolada, Silleda o A Estrada, en los meses de julio y septiembre respectivamente. Los participantes iniciaron el recorrido en Basebe, poco antes de las diez de la mañana tras partir media hora antes junto al Concello. En un recorrido también de 14 kilómetros los caminantes recorrieron las riberas cruceñas bañadas por las aguas del río Ulla. Sobre la una del mediodía los asistentes compartieron un aperitivo en la Illa de Remesquide, para poner el broche final a la caminata.
Fuente: Farodevigo.es -LAURA MARTÍNEZ
